La
práctica de Mindfulness en la infancia ayuda a mejorar la atención, a mantener
la calma y a la gestión de emociones.
En
general baja el nivel de estrés y la ansiedad en las personas que lo practican
de manera constante. Los ejercicios de respiración, meditación y atención plena
se pueden incluir en las rutinas diarias desde la más tierna infancia, solo
hace falta un poquito de paciencia para que todo salga fenomenal.
A
continuación, os vamos a recomendar vídeos muy fáciles de llevar a cabo si se
siguen las instrucciones de la voz que guía los ejercicios. Os recomendamos
utilizar un espacio tranquilo en la casa y crear un ambiente seguro y afectivo
en el que os sintáis muy a gusto.
Es
muy importante comenzar con corto espacio de tiempo en la primera sesión, puede
ser de un solo minuto los primeros días e ir aumentando la duración del
ejercicio muy poco a poco. Siempre
hemos de adaptarnos a las necesidades y características de nuestro hijo o hija.
Me encanta esta ranita
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